Aldeana
Fernando Hurtado
Mano Corta


Vals Criollo del Perú
Letra: Felipe Pinglo Alva
Música: Felipe Pinglo Alva
En la apacible quietud de la aldea,
donde la vida
es un himno de paz,
eres el hada gráciosa y ligera,
que a su paso
esparce la felicidad.
En la visión definida y serena,
del
que juzga el mundo cual fuente del mal,
eres, aldeana, lo que mi
alma espera,
eres la belleza llena de humildad.
La aurora,
que trae el eterno mañana,
al enviar sus rayos, alumbra tu ser;
alzas el rostro a dar gracias al cielo
y entonces te muestras divina,
mujer.
Sus rayos de plata con tintes de perla,
a tu faz circundan,
cual un medallón,
y en aquel instante muestras la pureza
de un
ángel terreno mimado de Dios.
Los seres tan puros siempre en
su alma llevan,
nobles sentimientos, ternura y bondad,
que amables
prodigan, cual bálsamo eterno,
a quien necesita remedio a su mal.
Yo soy un rebelde de esa gran mentira
que llamamos vida y la
muerte da,
aldeanita hermosa, graciosa y tan bella,
la dicha que
ansío, tu amor me dará.

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