PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO
"Purificaos, pedid, recibid y obrad.
      Toda la Obra se halla en estos cuatro tiempos"

Alphonse-Louis Constant nació el 8 de febrero de 1810 en el número 
5 de a rue des Fossés-Saint-Germain-des-Près (denominada posteriormente rue de l`Ancienne 
Comédie) en París, hijo de Jean Joseph Constant y Jeanne Agnès Beaucourt. Su padre 
era zapatero. Gracias al abad J. B.Hubault Malmaison, que organizó en su parroquia 
un colegio gratuito de enseñanza básica para niños pobres, realizó sus primeros 
estudios, ingresando en 1825 en el pequeño seminario de Saint-Nicolas du Chardonnet, 
dirigido por aquel entonces por el abad Frère-Colonna, quien probablemente ya lo 
orientó hacia el estudio de la magia. En 1830, habiendo terminado sus estudios de 
retórica, pasó según la norma al seminario de Issy para acabar sus dos años de filosofía. 
En este mismo año fallece su padre. Tras Issy, ingresa en el seminario de Saint-Sulpice 
para estudiar teología. Allí es ordenado subdiácono y tonsurado. En 1835, estando 
al cargo de la catequesis de jóvenes muchachas de Saint-Sulpice, le es confiada 
la joven Adèle Allenbach por su madre, con la misión de «protegerla muy especialmente 
y de instruirla a parte, como si fuera la hija de un príncipe».
La madre, ferviente 
católica y esposa de un oficial suizo, había emigrado a Francia en 1830 porque la 
religión de su hija le parecía amenazada, y ambas vivían en una gran indigencia.
Poco a poco, el joven abad se va enamorando perdidamente de su protegida, en quien 
cree ver a la Virgen María aparecida bajo una forma carnal. Ordenado diácono el 
19 de diciembre de 1835, finalmente abandona el seminario en junio de 1836 antes 
de recibir el sacramento de la orden, pero mientras tanto la joven de la que se 
había prendado lo había abandonado.
Su vieja e impedida madre, que había depositado 
todas sus esperanzas en él, se sintió muy abatida por la salida de su hijo del seminario 
y se suicidó a las pocas semanas, asfixiándose con las emanaciones de su estufa 
de carbón. Constant sintió el impulso de ingresar en la Trapa, pero sus amigos le 
disuadieron. Pasó un año en un internado cerca de París, y luego acompañó a un amigo, 
un comediante ambulante llamado Bailleul, en una gira por provincias.
En 1838 
se hace amigo de la socialista Flora Tristán (futura abuela del pintor Paul Gauguin), 
y colabora con Alphonse Esquiros (a quien conoció en el pequeño seminario) en una 
revista: les Belles Femmes de Paris, revelando al público sus dotes de dibujante. 
Mientras recorre los salones para la revista, conoce un día a Honoré de Balzac, 
entonces en plena fama, en casa de Mme de Girardin. 
Acariciando aún la idea 
de acceder al sacerdocio, parte hacia la abadía de Solesmes, decidido a pasar allí 
el resto de sus días. La abadía poseía una biblioteca con cerca de 20.000 volúmenes, 
de cuyo conocimiento bebió abundantemente. Estudió la doctrina de los antiguos gnósticos, 
la de los Padres de la Iglesia primitiva, los libros de Cassien y de otros ascetas, 
los escritos piadosos de los místicos, y especialmente los libros de Mme Guyon. 
Durante su estancia en Solesmes, publica su primera obra: el Rosier de Mai (1839). 
Debido a un desacuerdo con el abad de Solesmes, A. Constant abandona finalmente 
la abadía al cabo de un año, sin blanca.
Al interceder ante el obispo de París, 
Monseñor Affre, termina por conseguir un puesto miserable de inspector en el colegio 
de Juilly. Sus superiores lo maltratan, y en su malestar compone, con gran escándalo 
del clero y de los biempensantes, la Biblia de la libertad (1841). La obra apareció 
el 13 de febrero y fue secuestrada en Versalles una hora después de su puesta en 
venta. A pesar de todo, se pudo salvar un gran número de ejemplares, y el abad Constant 
fue detenido a principios del mes de abril. El juicio tuvo lugar el 11 de mayo de 
1841, y el abad fue condenado a 8 meses de prisión y 300 francos de multa. En la 
prisión de Sainte-Pélagie, donde pasó 11 meses (probablemente no tenía con qué pagar 
la multa...) se reencontró con su amigo Esquiros y con el abad de Lamennais. Se 
emplearon todos los medios para hacerle morir de pena y miseria. Se interceptaban 
sus cartas para desvirtuar su sentido, se le acusó de ser un vendido a la policía, 
y por otro lado debía soportar la aversión de otros detenidos. Buscó consuelo en 
la lectura, leyendo por vez primera los escritos de Swedenborg. Pero sus amigos 
del exterior no lo habían olvidado. Una tal Mme Legrand, amiga de Flora Tristán 
y muy rica, intentaba aliviar un poco su vida de prisionero haciéndole llevar una 
comida más variada.
Al salir de la prisión en abril de 1842, obtuvo un encargo 
de pinturas murales para la iglesia de Choisy gracias al limosnero de Sainte-Pélagie. 
En 1843, mientras vivía en el presbiterio de Choisy, empezó a escribir la Mère de 
Dieu. Su conducta era tan ejemplar que Monseñor Affre decidió recomendarlo a Monseñor 
Olivier, obispo de Evreux. El obispo estaba dispuesto a acoger al abad a condición 
de que cambiara su nombre por el de su madre, para así evitar todo escándalo relacionado 
con el asunto de la Biblia de la libertad. 
Es entonces el abad Beaucourt que 
parte hacia Evreux en febrero de 1843. Sus sermones cosechan un gran éxito pero 
suscitan muchos celos entre los sacerdotes de la diócesis. En junio el periódico 
L`Univers publica la muerte del abad Constant, información desmentida rápidamente 
por Le Populaire, después, el 22 de julio de 1843 aparece en L`Écho de la Normandie 
un artículo titulado Le Nouveau Lazare, donde se desvela toda la historia del abad 
Beaucourt: su identidad, su juicio y condena. Obligado a dejar el seminario, el 
obispo de Evreux no lo olvida, procurando por su subsistencia e incluso intenta 
ayudarlo con un encargo de una pintura mural para un convento. Desgraciadamente, 
Monseñor Olivier estaba muy afligido por la publicación de La Mère de Dieu (1844), 
y a finales de febrero de 1844 el abad vuelve a París dejando su pintura inacabada
El año 1874 fue muy doloroso: una bronquitis bastante grave, sofocamientos, y una 
fiebre persistente casi no le daban reposo. Sus piernas se hincharon poco a poco 
y una especie de elefantiasis se declaró pronto. En enero de 1875, el Maestro acaba 
su último manuscrito: Le Catéchisme de la paix. El 31 de mayo de 1875, se extingue 
su vida en el número 155 de la rue de Sèvres, a la edad de 65 años. Fue enterrado 
en el cementerio de Ivry, y una simple cruz de madera marcaba la ubicación de su 
tumba. En 1881, su cuerpo fue exhumado y sus restos trasladados a la fosa común
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