PORTAL MARTINISTA DEL GUAJIRO
"Purificaos, pedid, recibid y obrad.
      Toda la Obra se halla en estos cuatro tiempos"

Jules-Stanislas Doinel nació en 1842 en Moulins, en Allier. Doinel 
surge ligado a este asunto por haber sido un personaje esencial de un movimiento 
neocátaro que surgió a fines del siglo pasado en Francia. Su carrera de archivista 
y paleógrafo se inició en los Archives du Cantal, y posteriormente en la Biblioteca 
de Loiret. Fue en esta última en la que encontró algo que aparentemente cambió su 
vida: una carta con la firma de un canciller episcopal, de nombre Etienne, que fue 
quemado en 1022, por herejía.
Tal vez se inicie aquí la historia de la Iglesia 
Gnóstica, pues fue a través de esta carta que Doinel tuvo conocimiento del grupo 
sectario del cual Etienne era parte. Se trataba de una secta de popelicanos, de 
la cual formaban parte hombres y mujeres indistintamente, y que se estableció en 
la diócesis de Orleáns, en el siglo XI, durante el reinado de Roberto II. Los miembros 
de esta secta eran dualistas, o sea, creían en la lucha eterna entre las fuerzas 
del Bien y del Mal.
Las reuniones de la secta tenían lugar en Orleáns.
Doinel descubrió que una mujer eslava había venido de la península 
itálica para participar en los encuentros, lo que indica que se trataba de alguien 
importante para los miembros de la secta. Posiblemente, la mujer sería una bogomila, 
un nombre por el cual son conocidos los cátaros eslavos. Doinel logró obtener varias 
informaciones sobre lo que sucedía en las reuniones de los popelicanos, posiblemente 
leyendo los documentos relacionados con el proceso del hereje Etienne.
Las reuniones 
comenzaban con todos los participantes entonando letanías con un cirio encendido 
en la mano.
Doinel se afilió a diversas Órdenes ocultistas con la intención de 
obtener informaciones y respuestas a sus preguntas y percibió que las personas que 
tenían una espiritualidad más avanzada participaban secretamente de las sesiones 
del espiritismo kardeciano.
Comenzó entonces a frecuentar el kardecismo y quedó 
muy sorprendido, cuando vio figuras conocidas del ocultismo participando de las 
llamadas "mesas parlantes". Comienza entonces a dedicarse a su desarrollo mediumnímico, 
siempre con el objetivo de obtener respuestas para su intrigante manuscrito.
Fue allí que, en una determinada sesión, en presencia de varios espíritas conocidísimos 
siete Entidades espirituales se manifestaron en la sesión.
Uno de ellos se incorporó 
en Jules Doinel y los otros seis se materializaron ante todos los presentes.
¡Era la respuesta que Doinel buscaba! Se trataba de los mártires cátaros que fueron 
quemados en la hoguera de la inquisición, y que se habían manifestado aquel día 
para consagrar a Jules Doinel como Obispo Gnóstico y otorgarle la misión de restaurar 
la Iglesia Gnóstica en el mundo.
Doinel, sintiéndose extremamente realizado, 
se volvió hacia los grupos ocultistas en los cuales participaba, y con el aval de 
los altos dignatarios de las Órdenes más respetadas de Francia, y que otrora presenciaran 
secretamente el fenómeno, instituyó la Iglesia Gnóstica.
Luego enseguida Doinel 
hizo una alianza con Papus - Gran Maestro y uno de los miembros fundadores de la 
Orden Martinista, consagrándolo como Obispo. Papus en retribución, y sintiendo la 
fuerza de la Iniciación recibida de Doinel, decretó que la Iglesia Gnóstica sería 
la Iglesia oficial de los Martinistas.
No demoró mucho para que la Iglesia creciera. 
Personas de varias partes del mundo venían a ver que era aquello que todos llamaban 
"la nueva revelación."
Pasaron los años; Doinel, extremadamente inestable y asustado 
con el crecimiento de la Iglesia, y como tenía una formación católica, se vio en 
un dilema entre la fe y la razón, y guiado por la fe, se arrepintió de su obra, 
renunciando al patriarcado de la Iglesia y nombrando al Obispo Jean Bricaud como 
nuevo patriarca.
Jean Bricaud, ahora patriarca, transformó la Iglesia Gnóstica 
en una organización sólida, tan sólida que recibió la sucesión apostólica original 
de un Obispo ortodoxo (de la Iglesia Siro-Jacobita), que se había convertido al 
Gnosticismo.
Así, la Iglesia Gnóstica, además de su sucesión cátara, ahora poseía 
la sucesión apostólica, lo que la colocaría en una posición confortable con respecto 
a Roma.
La grandeza de la Iglesia Gnóstica, ahora reconocida por Roma provocó 
un enorme arrepentimiento en Jules Doinel, que se sintió traidor a su misión. Pidió 
un encuentro con Jean Bricaud para volver a la Iglesia. En ese encuentro, Jean Bricaud, 
hizo reunir a todo el sínodo para testimoniar la conversión, en donde Doinel, después 
de explicar su situación a Bricaud, insistió en ser recibido de vuelta a la Iglesia 
Gnóstica como Patriarca.
Bricaud, le explicó a Doinel las razones legales y espirituales 
para rehusar la oferta. Entonces, por decisión del Sínodo de la Iglesia, Doinel 
regresó, no como patriarca, sino como Obispo. Era la primera vez en la historia 
que un patriarca vivo regresaba a la condición de Obispo.
En su lecho de muerte 
había un crucifijo y una medalla de Abraxas (divinidad Gnóstica). Su vida, rodeada 
de excentricidades, fue marcada por la soledad y por el arrepentimiento. Sus últimas 
palabras fueron de agradecimiento a los mártires cátaros. Algunos testigos documentaron 
que al último suspiro de Doinel, una nube blanca llenó el aposento y, en presencia 
de todos, Doinel apareció de pie, en forma etérea encima de su cuerpo que estaba 
echado sobre la cama, con una corona y un cetro patriarcal, y a su lado, tres ancianos 
lo escoltaban en dirección a los cielos.
Originalmente, la Iglesia Gnóstica recibió 
una doctrina esencialmente cátara, dando énfasis a la pureza y a la castidad. Tenía 
apenas 4 grados: Acólito,
Diácono, Sacerdote y Obispo.
Este era el modelo original, creado por Jules Doinel y que todavía existe en 
algunas organizaciones.
Posteriormente, el Patriarca Jean Bricaud añadió 4 grados: 
Tonsurado (o Clérigo), Lector, Exorcista y Subdiácono, formando 8 grados. Así comenzaba 
dentro de la Iglesia Gnóstica un camino operativo, convirtiéndola en una Orden Iniciática, 
diferente de la propuesta por Doinel, que seguía la vía de la contemplación.
La doctrina predicada por Jean Bricaud tenía por base el catarismo, pero con fuertes 
influencias masónicas y ocultistas.
Esa doctrina duró algunos años, hasta que 
Jean Bricaud introdujo elementos del cristianismo ortodoxo en la Iglesia, llegando 
hasta a consagrar algunos Archimandritas, que caracterizaba a los cleros blanco 
(sin celibato) y negro (célibe) de la Iglesia Ortodoxa.
La doctrina ortodoxa 
fue luego retirada de la Iglesia, pues Jean Bricaud sintió que se estaba apartando 
de los orígenes de Doinel, dejando solamente las influencias Masónicas y ocultistas.
Con la rápida expansión de la Iglesia y, debido a la autoridad e independencia 
de los Obispos, la Iglesia Gnóstica gana cada vez más ramificaciones.
Así, existen 
varias ramas de la Iglesia Gnóstica, que reciben los nombres de sus idealizadores:
Estas ramas citadas son las más antiguas y conocidas, pero existen 
decenas de otros linajes.
Algunas de estas Escuelas practican una Gnosis más 
pura, basada en las culturas precristianas, con fuerte influencia oriental.
Otras 
Escuelas practican una Gnosis con fuertes influencias judeo-cristiano-islámicas.
Existe también una tercera manifestación de la Gnosis, basada en las enseñanzas 
de Carl Gustav Jung. Esta Escuela basa su Gnosis en la psicología, dando énfasis 
a la interpretación de las reacciones psicológicas del hombre y su relación con 
el universo. En esa rama no existe clero ni sistema de grados, siendo apenas una 
metodología de trabajo interior.
Un punto en común a todas estas Escuelas es 
la Gran Virgen de la Gnosis, Sofía, que es de hecho la gran manifestación egregórica 
de la Gnosis.
Representa la base de la doctrina y es la madre de todas las organizaciones 
Gnósticas, inspirando la Iglesia de lo invisible. Debajo de ella está San Miguel 
Arcángel (o Mikael), que es el guardián de la Iglesia, actuando de forma 
disciplinada. 
Su influencia se extiende tanto a los clérigos como a los fieles de la Iglesia Gnóstica.
Y completando la Trinidad de comando espiritual de la Iglesia está el Maestro Desconocido, 
un Ser Espiritual que comanda la Iglesia como un Patriarca invisible, siendo el 
responsable de la administración y transmisión de la Gnosis en el mundo.
A LA GLORIA DE LOS GRANDES SERES
DEL MARTINISMO EN 
EL MUNDO...
QUE SUS LÁMPARAS DE LOS MISTERIOS MAYORES NOS ACOMPAÑEN HASTA EL 
FIN DE LOS FINES EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA AMADA
MANSIÓN DE LA LUZ ETERNA…
	

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