Los Origenes de la Destilación
		
Aunque parezca extraño, alcoholizarse, en los primeros 
			tiempos de nuestra era, era pintarse los ojos con finos polvos de antimonio. 
			Diluían este polvo negro haciendo hervir posteriormente el líquido. 
			Luego, dejaban que el vapor se solidificara y así obtenían este artículo 
			de belleza que llamaban khôl. Cuando se empezaron a destilar los vinos 
			dieron al producto obtenido el mismo nombre que a la sombra de ojos 
			al khôl, porque lo fabricaban por el mismo procedimiento. El alcohol, 
			fue llamado después agua de vida, elixir de vida, aguardiente, incluso 
			agua de la inmortalidad por su propiedad de conservar incorruptos los 
			cuerpos orgánicos que en ella se sumergían. Las aplicaciones del alcohol 
			han sido infinitas. En Medicina, en la industria, en Enología y licorería. 
			Ni hablar de las creencias populares que le han asignado virtudes de 
			todo tipo.
El agua de vida, se utilizaba como producto medicinal, 
			atribuyéndosele multitud de propiedades curativas, además de las antisépticas. 
			Su obtención era todo un rito, no olvidemos que los árabes siguen llamando 
			mahia a las bebidas alcohólicas. Su energía corría pareja con el tiempo 
			que la llama estuviese calentando la caldera, mientras ms larga fuese 
			la destilación mayores virtudes tenía el producto final.
La palabra 
			brandy viene de Holanda. Al parecer, fue a un químico holandés. Corría 
			el siglo XVI, al primero que se le ocurrió, ante la gran cosecha que 
			produjo la región de la Charente, la idea de reducir el vino de volumen 
			para rebajar los costos de almacenaje y transporte. Al vino quemado 
			(vino adustum, llamó este técnico Brandewinj, vocablo que los ingleses 
			transformaron en brandy.
			EL PISCO PUNCH
En la obra titulada The Barbary Coast, escrita en 
			1933, el escritor norteamericano Herbert Asbury, contando sobre la vida 
			cosmopolita de la ciudad de San Francisco, en los años 1878-1880, nos 
			cuenta lo siguiente: .... de los innumerables salones (bares) que tanta 
			fama le otorgaron a San Francisco, el más famoso fue el Bank Exchange.
			
Al Bank Exchange se le conocía especialmente por su pisco punch. 
			Durante los años 1870 fue ciertamente el hotel más popular de San Francisco. 
			El secreto de su Preparación era Pisco Brandy, y que era destilado de 
			la uva conocida como Italia o Rosa del Perú y tomo su nombre del puerto 
			peruano de donde se exportaba.
Este verano que acaba de pasar, 
			tuve la oportunidad de probarlo en muchas ocasiones y preparado por 
			distintos amigos, utilizando variadas recetas, algunas muy documentadas 
			y otras totalmente improvisadas.
Les aseguro que este Ponche 
			(Ponche: bebida que se hace mezclando un licor espirituoso con agua, 
			limón y azúcar, (Diccionario de la Lengua Española) nos alegra maravillosamente 
			bien el verano.
Y es por lo que deseo compartir con ustedes una 
			de las muchas fórmulas, y así podrá disfrutar el día del Padre con una 
			riquísima bebida que fue inventada hace más de 100 años, y que desde 
			esos tiempos, se elabora con nuestro maravilloso producto de bandera, 
			el Pisco.
Y me tomo la licencia de compartir esta, que nos regala 
			nuestro extraordinario historiador del Pisco Sour, José Antonio Schiaffino, 
			y dice así En la noche anterior, corte una fresca y muy dulce piña en 
			pequeños cuadraditos. Póngalos en un bol y agregue una botella de jarabe 
			de goma. Deje esto reposar toda la noche, para permitir al jarabe de 
			goma impregnarse del delicioso aroma de la piña.
			Receta para un vaso:
- 1 y onza de un buen pisco de uva quebranta.
 - 1 onza del jarabe que hemos macerado con la piña.
 - 2 onzas de agua (sin gas, pero si le gusta, experimente.)
 - 1/2 de onza de jugo de limón fresco.
 - Algunos cubitos de la piña macerada y una cereza.
 - Agregue al vaso unos cubos de hielo y disfrute. ..... salud !!
 
LAS UVAS PISQUERAS
Uno de los aspectos mas importantes en la elaboración 
			del pisco, es el tema concerniente a la materia prima. Y como todos 
			bien sabemos, la materia prima para elaborar pisco es la uva. Pero, 
			vayamos con cuidado, porque no cualquier uva puede ser utilizada. La 
			Norma Técnica (211.001) que regula la producción de pisco nos dice una 
			serie de cosas sobre este tema.
Y copio textualmente, en el acápite 
			4 (Definiciones) dice:
			"Pisco:
Es el aguardiente obtenido exclusivamente por destilación de mostos frescos de "Uvas Pisqueras" recientemente fermentados,"
y en el acápite 6.1.1 dice:
"Variedades de Uvas Pisqueras:
El Pisco debe ser elaborado exclusivamente utilizando las variedades de uva de la especie Vitis Vinífera L, denominadas "Uvas Pisqueras" y cultivadas en las zonas de producción? reconocidas. Estas son:
- Quebranta,
 - Negra,
 - Corriente Mollar,
 - Italia,
 - Moscatel,
 - Albilla,
 - Torontel y
 - Uvina
 
y a pie de página dice:
Esta inclusión (la uvina) 
			esté sujeta al resultado de los análisis correspondientes para determinar 
			su pertenencia a la especie Vitis Vinífera en el plazo de 12 meses.
			
Todo esto quiere decir que pisco no se puede hacer de ninguna otra 
			uva. Es decir, no podemos utilizar Cabertnet sauvignon, merlot, sauvignon 
			blanc, chardonnay, ni ninguna otra uva que utilizamos para hacer vinos. 
			Ni menos, podemos utilizar uvas de mesa, que son precisamente eso, uvas 
			de mesa y no vineras, ni menos pisqueras.
¿Porqué? Porque pisco 
			no es el resultado de una nueva moda, no es casualidad, tampoco es creación 
			de una multinacional que ha inventado un nuevo producto. Pisco es el 
			fruto de mas de 450 años de trabajo, de tradición, de cultura, de historia. 
			Del trabajo del Peruano en su terruño, usando exclusivamente esas cepas; 
			elaborándolo artesanalmente de acuerdo a sus antiguos métodos; convirtiéndolo 
			en el mejor aguardiente del mundo gracias al respeto de su tradición.
			
			Pisco es Perú.....
¡¡¡Salud por eso!!!
	
INTRODUCCION A LA CATA DE PISCO
Tipos de Cata
Existen tres tipos de cata que satisfacen las necesidades 
			de distintos grupos de catadores.
En primer lugar encontramos 
			la cata hedonística, la cata de placer en la que el catador aficionado 
			busca un mejor conocimiento del pisco, por tanto, la mejor apreciación 
			del mismo y un mayor placer al consumirlo. Su interés principal es llegar 
			a diferenciar los piscos entre si y posteriormente identificarlos (por 
			tipo de cepa y origen) y si es posible, incluso clasificarlos y juzgarlos. 
			En este grupo incorporamos también a los catadores de concursos.
			
Un segundo tipo de catador es el evaluativo. En este caso, lo que 
			interesa conocer a través de la cata es el valor comercial del producto, 
			su posible adaptación a los gustos de los consumidores y su calidad 
			en comparación con otros productos del mercado. Es también importante 
			para esta cata la identificación de los piscos para poder mantener la 
			uniformidad y calidad comercial, realizar una selección, hacer mezclas, 
			entre otros.
El tercer tipo de cata es el analítico En ella el 
			catador necesita una apreciación más profunda, una degustación analítica 
			que permita conocer a fondo la composición del pisco; obtener información 
			sobre su desarrollo, su composición y reposo, controlar su calidad, 
			etcétera. Generalmente se realiza una exhaustiva búsqueda de posibles 
			defectos y es lo que podríamos llamar una cata de laboratorio.
			
En todos los casos y para cada uno en particular existen metodologías 
			adecuadas y formas de expresar las impresiones y resultados obtenidos. 
			No obstante, hay algo común para todos los tipos de catadores; la necesidad 
			de conocer y entrenar sus sentidos, afinándolos cada vez más, ya que 
			estos son sus verdaderas herramientas de medida.
			Aprendiendo a Catar
La cata es a la vez arte y técnica, es someter al 
			pisco a nuestros sentidos para estudiarlo, analizarlo, descubrirlo, 
			juzgarlo, calificarlo y clasificarlo El catador debe practicar para 
			desarrollar su memoria sensorial, poder distinguir los distintos tipos 
			de pisco y expresar de forma correcta lo que percibe en ellos.
			
Para que los sentidos estén en forma hace falta entrenarlos Eso 
			nos permitirá acumular en la memoria una serie de registros sensoriales, 
			de recuerdos de las sensaciones que nos produjo determinado pisco, para 
			así poder recurrir a ellos al momento de catar otro y compararlos . 
			Al catar hay que hacer un esfuerzo de concentración para retener las 
			sensaciones y tratar de no observar la etiqueta, la botella ni el entorno. 
			Es la mejor manera de evitar condicionamientos o autosugestión.
La 
			preparación es una de las Condiciones fundamentales del catador pues 
			lo pondrá en condiciones de salir airoso en los momentos en que se requieren 
			su opinión sobre algún pisco.
Por otro lado, no se debe catar 
			de cualquier manera ni en cualquier lugar. Son indispensables algunos 
			requisitos que deben tenerse en cuenta. Los elementos y condiciones 
			necesarios para una buena degustación no son muchos ni complicados. 
			La calificación organoléptica especializada (Cata analítica) si exige 
			condiciones ambientales definidas y constantes, que incluso están reglamentadas 
			para la degustación, en cambio, solo se necesita de un lugar libre de 
			ruidos y olores fuertes (a tabaco, Colonia, ambientadores), con temperatura 
			entre 18 °C y 22 °C, una buena iluminación (de preferencia, luz natural), 
			no excesivamente seco y bien aireado.
Asimismo, una mesa fácil 
			de limpiar, mejor si está recubierta con un tapete o mantel blanco. 
			En su defecto, se puede disponer de una servilleta o papel blanco para 
			contrastar el pisco durante el análisis visual. Otro factor a tomar 
			en cuenta es que el lugar reciba la luz del día o que cuente con una 
			lámpara halógena, que reproduce la calidad de la luz del sol. No es 
			aconsejable la iluminación con lámparas de filamento (focos comunes) 
			o fluorescentes, pues la luz que producen puede enmascarar o hacer variar 
			la apreciación del color y no permitirían un buen análisis visual.
			
La copa empleada para la cata tiene también gran incidencia en la 
			calidad y cantidad de las sensaciones que percibamos. Su forma y dimensiones 
			incluyen en la superficie de evaporación del pisco y la manera en que 
			los aromas suben hasta nuestra nariz, entre otros.
			La vista en la Cata
Color
El pisco no debe tener color. Según lo establecido 
			en la Norma Técnica Peruana, debe ser incoloro pues como es un producto 
			que resulta del proceso de destilación de vapores alcohólicos del mosto 
			fermentado, al ser estos vapores evidentemente incoloros, el líquido 
			obtenido también debe serlo.
Si encontramos un pisco que tiene 
			color ambarino o verdoso, pues estamos ante un defecto, que puede ser 
			causado por elementos ajenos a la elaboración del pisco o porque ha 
			sido almacenado en recipientes de madera u otro material que le ha transmitido 
			esa coloración. Tonalidades amarillentas revelan contaminación o posible 
			añejamiento, proceso no considerado en las normas de fabricación del 
			pisco. Ahora, es posible que el pisco sea bueno y sepa bien, pero si 
			no es incoloro desde el punto de vista de la cata tiene un defecto.
			
Hay que destacar que si utilizamos la vista con mucha agudeza podremos 
			percibir algunos reflejos producidos por la luz que pasa a través del 
			pisco, que pueden tender al amarillo o al verde, pero de ninguna manera 
			debemos encontrar un matiz marcado.
			Limpidez y Brillantez
La Limpidez nos brinda información sobre el estado 
			de conservación del pisco. Generalmente, un hermoso estado límpido es 
			indicativo de un pisco cuidadosamente elaborado, en tanto que uno ordinario 
			o adulterado suele ofrecer un aspecto opaco, sucio, Por otro lado, la 
			falta de limpidez de un pisco, su opalescencia o turbidez, así como 
			la formación de sedimentos, son signos inconfundibles de problemas de 
			inestabilidad físico-química o biológica.
Lo primero que hay 
			que observar en esta parte de la cata es el disco, que es la superficie 
			del líquido en la copa. Este tiene que ser limpio, como un espejo, sin 
			nada que flote ni otro tipo de impurezas, como marcas de aceite, pues 
			significaría que puede haberse contaminado.
Los términos limpidez 
			y brillantez, que bien podrían parecer sinónimos, se refieren a dos 
			aspectos muy distintos. Cuando hablamos de limpidez, estamos refiriéndonos 
			a la limpieza del producto, a la ausencia de partículas en suspensión 
			en el líquido, a que no haya suciedad. Los defectos en este sentido 
			podrían ser hilachas o puntitos negros flotando en el pisco, polvo en 
			el fondo de la botella, manchas en el disco o superficie, entre otros. 
			Verificar esto es importante pues la presencia de partículas en suspensión, 
			por ejemplo, puede perturbar las sensaciones gustativas.
Luego 
			examinamos la transparencia observando el pisco con la copa inclinada 
			sobre un fondo blanco. Que un pisco sea turbio es señal de mala elaboración. 
			Sin embargo, según el grado de intensidad, puede ocurrir que un pisco 
			sea límpido pero no transparente.
Los buenos piscos son luminosos, 
			brillantes, al observarlos encontramos que reflejan mucha luz. La transparencia 
			y brillo son fundamentales. Un pisco excelente puede llegar a brillar 
			en la copa como un diamante.
			Lágrimas
Este análisis se hace para determinar la fluidez del pisco, el cuerpo, una cierta viscosidad que se observa al girar la copa. Para ver las lágrimas hay que girar la copa circularmente, haciendo que el líquido suba las paredes de la misma y luego observar. Generalmente estas lágrimas van a ser altas, pero lo mejor es que también sean gruesas y bajen con cierta lentitud, lo que nos indica que tienen cuerpo. Si son altas pero delgadas y fluyen con cierta rapidez, es indicativo de que hay una alta concertación de alcohol en el pisco pero que no tiene mucho cuerpo. Si son medias, ligeramente gruesas y fluyen con lentitud, son indicativos de viscosidad y buena estructura alcohólica. Y si casi no se forman, nos hablan de un bajo contenido alcohólico. Pero si no se encontraran lágrimas, entonces lo que tenemos en la copa nos es pisco.
Cordón y Rosa
Es una característica de los piscos que tienen más de 43° de alcohol y se aprecia cuando se gira la botella circularmente. Entonces se forma un remolino en el centro (el cordón) y cuatro o cinco burbujitas en el centro del disco, a lo que se llama rosa.
La nariz en la Cata
A través de sus aromas, el pisco nos deleita, nos 
			seduce, nos brinda valiosa información. Ejercitar el sentido del olfato 
			es la clave para descubrir, recorrer y disfrutar su universo tan rico 
			y complejo.
La nariz es ciertamente el más prodigioso de los 
			sentidos. Según algunos expertos, es 10000 veces más sensitiva a olores 
			de lo que son los ojos a los colores o la lengua y la boca a los sabores.
			
Para empezar la cata debemos aproximar delicadamente la copa a la 
			nariz e inhalar lenta y gradualmente por un instante, para luego retirar 
			la copa.
			El análisis olfativo
En esta fase de la cata la evaluación está dirigida a los aromas complejos y limpios que debe tener el pisco. Se podría resumir en detectar y analizar tres distintos grupos de olores.
- Olores obtenidos en la copa en reposo, es decir la primera impresión que nos produce el pisco.
 - Olores obtenidos después de mover la copa, lo que aumenta la superficie de evaporación y permite recibir una mayor variedad de sensaciones aromáticas.
 - Olores obtenidos de la copa vacía, donde ya es muy baja la presencia de alcoholes, pero los aromas fluyen aun de la pequeña cantidad de pisco que se continúa evaporando.
 
Al primer contacto con la copa se le llama “primera 
			nariz”. Estas primeras impresiones son producidas por elementos altamente 
			volátiles y fugaces, que rápidamente desaparecen. En ella se pueden 
			apreciar los olores más sutiles y los posibles defectos u olores extraños.
			
Continuando la cata hay que levantar la copa y moverla haciendo 
			circular el líquido por las paredes de esta, lo que sirve para oxigenar 
			el pisco y despertar los aromas que pudieran esta “dormidos”. A esto 
			se llama “segunda nariz” y en ella debemos buscar aromas, la mayoría 
			de los cuales nos recuerdan a frutas, flores, especias y otros.
			Los aromas del pisco
En el pisco encontramos tres tipos de aromas:
- Los aromas primarios, provenientes de la vid, están presentes en el racimo, luego en el mosto y por su estructura (gracias al alcohol) se evaporan rápidamente.
 - Los aromas secundarios son aquellos que se desarrollan en el mosto durante el proceso de fermentación, cuando este se transforma en vino. Durante la fermentación, la acción de las levaduras aporta nuevos y sutiles aromas del mosto. Estos microscópicos organismos se encargan de convertir el azúcar de la uva en alcohol, pero también producen pequeñas cantidades de sustancias denominadas “productos secundarios de la fermentación”. Algunas de estas sustancias se perciben en el gusto, otras son volátiles y olorosas, y todas ellas constituyen los aromas secundarios.
 - Los aromas terciarios son aquellos durante el proceso de destilación y en el reposo previo al embotellado.
 
Descriptores
La cualidad principal que debemos exigir a un pisco 
			es la finura. Un agradable olor a frutas, a especias o a flores.
			
Estos son algunos de los agradables aromas y perfumes característicos 
			de los piscos peruanos, que se pueden percibir durante la cata: piña, 
			melocotón, mango, higos, cítricos, manzana, manzana verde, lúcuma, plátano, 
			granadilla, pasas negras, pasas rubias, jazmín, nueces, canela, vainilla, 
			pan tostado, cuero y chocolate.
			La boca en la Cata
Durante la cata en boca podemos diferenciar tres fases distintas:
- La primera es el “ataque” y comprende las primeras sensaciones que produce el pisco al probarlos. Estas se perciben durante los 2-3 primeros segundos.
 - La segunda fase es la “evolución” o paso en boca, en la que los otros sabores pasan a enmascarar el sabor dulce, resaltando o armonizándolo. Esta fase dura 5-8 segundos.
 - En la tercera fase tenemos la sensación final o “postgusto”, que se aprecia en la combinación de aroma y sabor, que persiste después de haber tragado o escupido el pisco. Es en este momento cuando se identifica y evalúa la presencia de los sabores básicos equilibrados, como el dulce, el ácido y el amargo.
 
Para catar pisco hay que tomar solo un sorbo del 
			líquido, mantenerlo en la boca sin tragarlo y moverlo, tratando de impregnar 
			toda la cavidad y así obtener mayor información.
Cuando tenemos 
			un sorbo de pisco en la boca y este impregna la lengua y el paladar, 
			se calienta y se difunde elementos aromáticos que llenan de aroma el 
			aire contenido en la boca. Si al tragar el pisco expulsamos aire por 
			la nariz, podremos percibir algunas características aromáticas similares 
			a las recibidas por vía nasal directa o, quizás, descubrir algún matiz 
			nuevo.
			Balance en el pisco
En los vinos se habla de equilibrio cuando existe 
			armonía e igualdad de nivel entre alcohol, astringencia, suavidad y 
			acidez. En el pisco, en cambio, hablamos de equilibrio cuando existe 
			un balance entre sus elementos aromáticos y el nivel de alcohol.
			
Un pisco demasiado alcoholizado y con muy poca o nula estructura 
			aromática resulta agresivo. Uno con no mucho aroma y cuyo alcohol apenas 
			se percibe no tiene fuerza. El pisco debe tener un similar en ambos 
			elementos, así decimos que se trata de un pisco balanceado.
			Las caudalias
Un factor a tener en cuenta es la persistencia gustativa 
			del pisco en boca. Esto está relacionado con las caudalias, es decir, 
			con la duración y persistencia de las sensaciones que el pisco nos produce 
			al pasarlo.
Al igual que en los vinos, en los piscos, a más caudalias, 
			mayor calidad. Una persistencia gustativa varía entre cinco segundos 
			para piscos normales y más de 20 segundos para piscos realmente excepcionales.
			
	
	
				
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